Según la información que el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas A.C., (Frayba) recibió de la Asamblea de Colectivos de Gobiernos Autónomos Zapatistas (ACGAZ), Caracol 02 Oventic, Chiapas los compañeros zapatistas José Baldemar Sántiz Sántiz y Andrés Manuel Sántiz Gómez, de origen tsotsil, fueron levantados en San Pedro Cotzilnam en una operación que involucró a 39 vehículos de la Guardia Nacional, Ejército Mexicano, Fuerzas de Reacción Inmediata Pakal, la Agencia de Investigación de Inteligencia Ministerial, Policía Estatal Preventiva, la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno Federal, y dos vehículos civiles con personas armadas. Es 55 horas más tarde y con una creciente denuncia internacional que los presentaron en el Juzgado de Control y Tribunal de Enjuiciamiento de San Cristóbal de Las Casas. Los perpetradores además allanaron violentamente las casas de varias familias Bases de Apoyo Zapatistas.

Es un levantón porque se los llevaron en una acción violenta, perpetrada por personas armadas, sin dar razón jurídica alguna y en un territorio que ha estado asediado constantemente por paramilitares y narcoparamilitares. A esto hay que agregar que en un operativo legal, la persona detenida tendría que haber sido trasladada de inmediato a una fiscalía, y si el trayecto de San Pedro Cotzilnam a San Cristobal de las Casas es de menos de una hora y treinta minutos ¿Qué pasó en las 53 horas y media falantes?

En Chiapas, como en todo México, se han normalizado los levantones, la tortura y las desapariciones, sin importar si lo hacen criminales con los uniformes de los cárteles o de las fuerzas policiales y militares, pero además, ahí lleva normalizándose la violencia paramilitar desde 1995 en una guerra de contrainsurgencia que no se ha detenido. También, desde el inicio de su cargo como gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez creo un grupo paramilitar institucionalizado como fuerza policial, la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal, que se ha sumado como un grupo más a la violencia generalizada en el estado.

Aemás de esto, un operativo tan grande y con la participación de las fuerzas armadas y la guardia Nacional definitivamente involucra la decisión y respaldo del gobierno federal. ¿Cuál es el mensaje? Que Claudia Sheinbaum está dejando cada vez más claro que las autonomías estorban a los proyectos de la autodenominada 4T y que, contrario a lo que repite una y otra vez, sí existen la represión, el hostigamiento, la intimidación y la prisión política en su gobierno.

Al parecer a las autoridades mexicanas les estorba más la autonomía Zapatista que los campos de reclutamiento y exteminio como el de Teuchitlán. Les preocupa más desarticular la resistencia indígena que encontrar a los responsables de crímenes como los del caso Ayotzinapa. Dejan impunes a cientos de criminales que siguen operando como gobernantes, empresarios o jefes de plaza mientras persiguen a quienes desde la autonomía cotidiana construyen un México digno, sin aceptar migajas y sin pedir el permiso de nadie ni del Estado, ni del narco.

La detención de José Baldemar Sántiz Sántiz y Andrés Manuel Sántiz Gómez es un ataque y un intento más de provocación gubernamental para tratar de generar una respuesta violenta que justifique una ofensiva abierta con la intención de aniquilar a una de las principales reservas de dignidad, resistencia y rebeldía global, esa que florece en el sureste mexicano, la del EZLN.

Nodo de Derechos Humanos

El hallazgo del campo de exterminio en el rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco el pasado 5 de marzo de 2025 es un ejemplo de la crueldad y la atrocidad normalizada, institucionalizada y encubierta en México. Las imágenes y testimonios solo pueden equipararse con las más terribles historias de genocidios en el mundo.

La descripción de los actos brutales e inhumanos ejecutados durante por lo menos trece años en ese lugar, dan cuenta de una larga lista de crímenes ejecutados de forma cotidiana. La negligente actuación de las autoridades de Jalisco y federales demuestran algo más que una omisión. El rancho ya había sido identificado por las autoridades desde 2017 a raíz del relato de un sobreviviente. En septiembre de 2024, agentes de la Guardia Nacional realizaron un operativo en Teuchitlán y detuvieron a diez hombres que portaban armas de uso exclusivo de las fuerzas armadas. En ninguno de esos dos momentos se inició una investigación por parte de la Fiscalía de Jalisco ni de la General de la República. Incluso después de los últimos hallazgos del campo de exterminio la Fiscalía del Estado de Jalisco no ha ofrecido ningún informe sobre el hallazgo, lo cual es sumamente grave y termina por implicarles en esta larga cadena de ejecución de crímenes graves e inhumanos.

Por la gravedad de los crímenes ejecutados en el rancho Izaguirre estamos ante varios tipos de genocidio y de crímenes de lesa humanidad. La intención no es cometer un genocidio por cometerlo, sino lucrar, explotar, abusar, someter, controlar y denigrar los cuerpos con fines económicos y de poder.

Estamos ante “genocidio mediante matanza” porque dieron muerte a más de una o dos personas. Es presumible por los testimonios de sobrevivientes y por las características de los crematorios encontrados que hayan sido miles de personas las ejecutadas, y por los indicios que revelan los videos de Guerreros Buscadores dichas ejecuciones deben haber sido de las formas más atroces. Los probables perpetradores directos (en este caso el Cártel Jalisco Nueva Generación) decidieron deliberadamente quitarle la vida a estas personas por fines económicos y de fortalecimiento de su estructura paramilitar.

Estamos ante “genocidio mediante sometimiento intencional a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física”, pues para que el cártel cumpliera sus objetivos decidió deliberadamente explotar en las condiciones más violentas y precarias a miles de personas y exterminarlas de forma sistemática durante por lo menos trece años.

Estamos ante un “genocidio mediante el traslado por la fuerza de niños”, pues por los testimonios de sobrevivientes hubo niñas que fueron secuestradas para llevarlas al rancho y ser sometidas a abusos y vejaciones sexuales por quienes comandaban esa operación, para después asesinarlas. Esos traslados eran deliberadamente ejercidos contra niñas, buscadas con esas características de edad.

Estamos ante “genocidio mediante lesión grave a la integridad física y mental de las personas”, no solo de las ahí ejecutadas, sino de toda una población, pues el daño emocional profundo se extiende a todas las familias y personas cercanas a las personas ejecutadas.

Estamos ante un “crimen de lesa humanidad”, uno de los crímenes más graves “de trascendencia para la comunidad internacional en su conjunto”. Eso debe justificar una investigación amplia y conllevar a una responsabilidad penal individual y estructural. El campo de concentración y extermino en Jalisco transparenta una práctica generalizada y sistemática contra una población civil. Es muy probable que autoridades estatales y federales de por lo menos tres administraciones presidenciales hayan tenido conocimiento de dichos crímenes.

Estamos ante un “crimen de lesa humanidad de asesinato”, ante un “crimen de lesa humanidad de esclavitud”, ante un “crimen de lesa humanidad de traslado forzoso de la población”, ante un “crimen de lesa humanidad de privación grave de la libertad”, ante un “crimen de lesa humanidad de tortura”, ante un “crimen de lesa humanidad de violación”, ante un “crimen de lesa humanidad de esclavitud sexual” y ante un “crimen de lesa humanidad de desaparición forzada de personas”.

Todos estos tipos de genocidio y crímenes de lesa humanidad están incluidos en el Estatuto de Roma, la característica particular es que tal vez no fueron perpetrados por razón de raza, etnia, religión o nacionalidad, pero sí de clase y de género (hombres y mujeres en busca de trabajo y niñas) y el motivo del exterminio sistemático era encubrir una explotación extrema en beneficio de una empresa ilegal y para satisfacer un sadismo desbordado. Las víctimas eran en su mayoría jóvenes entre 20 y 25 años, buscando trabajo y otras, como mencionamos antes, eran niñas.

La cruel realidad a la que nos enfrentamos en México en la que tenemos un índice de impunidad del 99 %, las cifras de atrocidades y la configuración de un Estado criminal nos lleva a la encrucijada en la que estamos ahora. Estamos ante la imposibilidad de recurrir a las vías legales porque el Estado, al funcionar a partir redes clientelares y de impunidad, no se va autojuzgar.

Sabemos que mientras miramos horrorizados el campo de concentración y exterminio en Jalisco, probablemente muchos otros siguen activos o están siendo instalados en todo el territorio mexicano, bajo la protección de autoridades municipales, estatales y federales. Lo sabemos porque así ha sido esta guerra desde 2006, porque atrocidades como estas se han vuelto cotidianas durante 19 años.

El terrible caso de Teuchitlán da una pista clara y brutal de a dónde van los y las desaparecidas en México. Nos permite sentir la crueldad que desembocó en esos crematorios y que viene del sadismo paramilitar de los cárteles y de la ambición inhumana y cobarde de gobernantes y empresarios (legales e ilegales). No hay en México un sólo estado sin desapariciones, el subsuelo de todo el territorio es una gran fosa y más allá de que las estadísticas oficiales suban o bajen los índices de violencia, la crueldad va en aumento, se generaliza, se rutiniza.

Es inevitable que al nombrar Teuchitlán no pensemos en genocidio, en uno que muy probablemente involucra autoridades municipales, estatales y federales. Es difícil imaginar que los gobernadores de Jalisco de los últimos doce años no tuvieran indicios de que algo de esta magnitud ocurría y es indignante que no hubieran iniciado investigación alguna. Además, la repuesta de la administración de Claudia Sheinbaum ha sido tan poco asertiva que parece encubrimiento.

También es atroz que Jalisco no sea el único caso. Y que presidentes, gobernadores y presidentes municipales se encuentren encubriendo campos de exterminio como el del rancho Izaguirre. Algo que ha quedado claro en 19 años de guerra es que los cárteles pueden operar con estos niveles de sadismo, crueldad e impunidad porque tienen la protección de las más altas autoridades civiles y militares.

El horror del campo de concentración y exterminio en el rancho Izaguirre exige una respuesta clara y contundente de la sociedad mexicana y de la del mundo. Esta respuesta corre el riesgo de seguir las rutas del oportunismo político y la fabricación de verdades históricas que castiguen a chivos expiatorios para mantener impunes a los responsables estructurales.

La respuesta no puede ser intentar abrirle la puerta el intervencionismo de Estados Unidos, bajo la excusa del terrorismo, pues es en buena medida el responsable de que los cárteles tengan un flujo constante de armamento y hayan heredado tácticas brutales muy similares a las promovidas por la Escuela de las Américas y sus símiles posteriores.

La respuesta no puede ser convertir nuevamente las atrocidades en munición electoral, pero tampoco puede ser usar la excusa de una oposición oportunista para apostar al olvido y la impunidad, como ha ocurrido transexenalmente con el caso Ayotzinapa y tantos más.

No podemos permitir que se minimice el asunto con una fiscalía especializada, con un trato de caso emblemático que acaba en tratarlo como una situación aislada. Esto requiere una urgente investigación sistémica, pues lo que deja claro el infierno de Teuchitlán es que la cobardía, el sadismo y la ambición de los cárteles no tiene límites, y quienes deberían de combatirlos son más bien sus cómplices. A partir del 5 de marzo de 2025 todos los presidentes municipales, gobernadores y presidentes de por lo menos los últimos 19 años deben ser tratados como sospechosos de genocidio y crímenes de lesa humanidad, porque lo son.

¿Quién puede investigar y sancionar a quienes desde el Estado son o han sido cómplices de este genocidio cotidiano si son quienes detentan el poder del Estado? El no poder responder con confianza esa pregunta es trágico. Es terrible que no fueran las autoridades de Jalisco en 2017 ni la Guardia Nacional en septiembre pasado quienes encontraran e iniciaran una investigación sobre este campo de concentración y exterminio, fue el colectivo de Guerreros Buscadores, fue nuevamente la gente que, ante la negligencia del Estado, organiza desde abajo su dolor y su coraje y se enfrenta a los monstruos más brutales. Queda claro una vez más que donde la crueldad masacra y el Estado entierra, las familias buscadoras encuentran.

Debemos tener claro que si queremos sobrevivir y evitar que la crueldad y el horror acaben de ocupar cada rincón de nuestro país y de nuestra cotidianidad no podemos dejar pasar un umbral más hacia el terror cotidiano y la crueldad normalizada. Más allá de la disputa política entre poderosos esto debe ser un parteaguas para todas y todos en México, no podemos tragarnos más mentiras que cuestan vidas, no podemos dejar de señalar a quienes usan al Estado para enriquecerse y son cómplices en convertir a México en un campo de exterminio. Urge gritar con convicción y compromiso:

¡Teuchitlán NUNCA MÁS!

Nodo de Derechos Humanos

www.nodho.net

El 12 de diciembre en la madrugada policías de la CDMX y militares del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional allanaron la casa de integrantes del grupo musical Nawal del Arrabal en la colonia Urbano Quetzalcóatl en la Delegación Iztapalapa en el que se encontraban dos mujeres, dos hombres y un menor y de donde se llevaron detenidos a Iván Pacheco Rodríguez y a Luis Alberto Ramírez Ruiz sin que hubiera una orden judicial de por medio. Las detenciones se dan en medio de un operativo en el que varias viviendas fueron allanadas aparentemente de manera ilegal y con la excusa de buscar narcomenudistas.

Luis e Iván fueron remitidos a la Coordinación Territorial 6 de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México en Iztapalapa. Sus compañeras de grupo temen que dada la naturaleza arbitraria de su detención, los agentes involucrados les hayan plantado evidencias incriminatorias o que lo hagan en algún momento para intentar justificar la detención.

El grupo Nawal del Arrabal ha sido explícito y activo en su trabajo solidario con la lucha del EZLN, con las luchas del Congreso Nacional Indígena, de presos de Eloxochitlán Oaxaca y de la defensa del agua en la comunidad de San Gregorio Atlapulco recientemente víctima de una agresión parapolicial que derivó en varias detenciones arbitrarias aún impunes.

El reforzamiento de la Guerra del Narco iniciada por Felipe Calderón y el militarismo impulsado por López Obrador y continuada por Claudia Sheinbaum ha hecho que con la excusa de combatir los cárteles se justifique la violencia discrecional, impune y abusiva de las fuerzas armadas y policiacas. Esa violencia en lugar de ayudar a detener la guerra en México la recrudece, la rutiniza y la normaliza.

Exigimos a Clara Brugada y a la Fiscalía General de la CDMX la liberación inmediata de Iván Pacheco y Luis Ramírez por el simple hecho de tener todos los indicios de algo que más que una detención parece un levantón policiaco-militar.

A quienes quieran y puedan solidarizarse les pedimos que:

  • Marquen por teléfono (55) 5345 5633 o al (55) 5345 5617 de la Coordinación Territorial 6 de la FGJ solicitando informes de la situación de salud y legal de Iván Pacheco Rodríguez y a Luis Alberto Ramírez Ruiz

Repliquen el mensaje en X (Twitter):

  • @ClaraBrugadaM y @FiscaliaCDMX Ser músico no es delito ¡Libertad a Iván Pacheco y Luis Ramírez! #NawalesLibertad

Nodo de Derechos Humanos
www.nodho.net

En respuesta a la convocatoria a la 3a Asamblea Regional en Defensa del Agua el presidente de la junta auxiliar de Acuexcomac, en el municipio de Cholula, Puebla, Dario Tiro Rosas, lanzó un comunicado en el que entre líneas se entiende que está amenazando con reprimir a los pueblos organizados y defensores del agua, a la vez que se deslinda en un acto que parece más de cobardía que de defensa del presunto Estado de derecho, y que claramente pretende favorecer a quienes tratan de hacer del agua y la vida de Acuexcomac un negocio privado.

Con este comunicado está provocando una situación de tensión bajo el rumor de que la convocatoria de los pueblos promotores de la asamblea es para simplemente cerrar pozos, cuando el asunto es más complejo e implica enfrentar la crisis hídrica y climática que vive Acuexcomac, Cholula, Puebla y el mundo entero.

En un boletín con fecha del 4 de noviembre se ha atrevido a solicitar abiertamente la presencia de la fuerza pública ante una convocatoria para una asamblea, y se atreve a decir que quienes convocan a la asamblea “carecen de representación política”. Parece que el señor Tiro Rosas cree que los ciudadanos no tienen el derecho a reunirse y ha hacer política; parece que cree que la representación política significa tener un cargo público convertido en cacicazgo y no que le implica la responsabilidad de hacer visibles las voces y los sentires de aquellos a quienes pretende gobernar, sobre todo cuando se tratan de reunirse en asamblea para tratar un asunto tan crítico y urgente para la vida como es el agua.

La amenaza de violencia que el señor Dario Tiro Rosas trata de disfrazar de acción institucional lo vuelve directamente responsable de cualquier agresión que pudiese ocurrir el día de mañana en la asamblea. Si la policía amenaza, hostiga o reprime a los asistentes a la asamblea, será su responsabilidad; si aparecen golpeadores o cualquier otro provocador que genere una situación de violencia él será el primer sospechoso.

Llamamos a las personas, grupos y organizaciones honestas y de buen corazón de México y del mundo a que pongan mañana sus ojos en Acuexcomac.

Atentamente y contra los crímenes de poder

Nodo de Derechos Humanos
www.nodho.net

quienes nos preguntan nuestra postura sobre la elección del titular de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Puebla y por si a alguien le interesa

Partimos de que no confiamos en las formas de decisión del Congreso de la Unión ni del de Puebla porque son mecanismos de intercambio de favores caciquiles o manos que se alzan con sumisión ante los mandatos de una presidenta o un gobernador.

En nuestros diecisiete años como NODHO y desde mucho antes no hemos visto que esas instituciones ayuden realmente a defender los Derechos Humanos sino que más bien han tendido a ocultar abusos o a legitimarlos, y en contadas ocasiones, cuando la presión lo/as obliga a emitir recomendaciones, se quedan en el archivo o tienen que ser empujadas hacia la luz pública por las organizaciones de derechos humanos que no están en la nómina del Estado y que de por sí tienen que presionarlo.

No somos parte de estos procesos de elección no porque no creamos que haya gente que tenga buenas intenciones en esas instituciones, sabemos que las hay y habitualmente por eso mismo no tienen los puestos más altos. No somos parte de estos procesos porque lo que nos hemos encontrado ahí es un camino desgastante y estéril, porque con quien habrá que lidiar es con una institución con dinámicas y vicios que transcienden a las personas que ahí trabajan, que se alimenta de la corrupción hecha sistema y que abre espacios para quienes aceptan ese sistema mientras asimila, acota o sofoca a quienes tratan de cambiarlo desde adentro.

Dicho ésto, ojalá estemos totalmente equivocadas y que si por una serendipia o despiste afortunado de la historia y de la tendencia estadística queda una de esas contadas candidaturas de gente de buen corazón y auténticamente preocupada por usar las herramientas de los derechos humanos para proteger a quienes sufren abusos e injusticias, logre hacer algo con unas comisiones de Derechos Humanos quebradas y cooptadas por el poder y ojalá que no les coma la rutinización de los crímenes ni las presiones de quienes hacen del abuso, la amenaza y la violencia su práctica política o su negocio.

Atentamente y contra los crímenes de poder

Nodo de Derechos Humanos

www.nodho.net

El día de hoy 5 de septiembre en una movilización pacífica en solidaridad con Hortensia Telésforo por la criminalización que ha sufrido a raíz de su defensa del territorio dentro de la Asamblea General Permanente del Pueblo de San Gregorio Atlapulco, se exhibió la violencia institucional con el uso de personas vestidas de civil, o cuerpos parapoliciales, para agredir y detener arbitrariamente a las y los defensores del territorio y la vida. A las 13:00 hrs frente la alcaldía Xochimilo de la Ciudad de México alrededor de 50 personas personas vestidas de civil atacaron a integrantes de la Asamblea General Permanente del Pueblo de San Gregorio Atlapulco, del Congreso Nacional Indígena y de la Asamblea Nacional por el Agua y la Vida. Durante la agresión parapolicial fueron levantados:

  • Jorge Manuel Cancino García

  • Uriel García Rosas

  • Anselma Margarita Francisco

  • Roberto Rodriguez Contreras

  • Penélope Estefanía Galicia Argumedo

No fue sino hasta las 18:13 hrs en la Fiscalía Desconcentrada de Investigación en Tlalpan que las y los cinco fueron presentados como detenidos a pesar de no haber sido arrestados formalmente por algún cuerpo policial identificable.

Exigimos la liberación inmediata y sin cargo alguno de las y los detenidos por haber sufrido una detención claramente ilegal, fuera de todo cause del debido proceso y con acusasiones ridículas que criminalizan a las y los agredidos.

Con el largo historial de uso institucional de grupos parapoliciales y paramilitares ilegales para atacar y reprimir movimientos sociales sería urgente investigar la responsabilidad del Alcalde de Xochimilco José Carlos Acosta y de Darío Rodrigo Corrales González, Coordinador de Seguridad Ciudadana.

A semanas de que termine el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y de que la ex-Jefa de Gobierno de la Ciudad de México asuma la presidencia de México vemos ésto como un acto ilustrativo de la continuidad de las viejas prácticas represivas y criminales quienes ejercen el poder del Estado Mexicano. La administración de López Obrador que inició con el asesinato de Samir Flores y que deja pendiente e impune el caso de los 43 de Ayotzinapa cierra con detenciones ilegales que pueden convertirse en presas y presos políticos.

Nodo de Derechos Humanos

Mientras la ONU conmemora el día internacional de los bosques, en Puebla están en llamas. Llevamos muy poco transcurrido de éste 2024 y en Puebla el ecocidio es cada vez más evidente, porque no podemos ver los efectos sin ver las causas, así como dicen los pueblos que defienden el agua no es
sequía es saqueo, no es incendio es desmonte, es quemar para cambiar el uso de suelo, talar para adueñarse del monte, destruir y vaciar para despojar y lucrar. En Puebla éste año hemos presenciado por lo menos 25 incendios forestales.

En la zona conocida como “la Calera”, al oriente de la Ciudad de Puebla, ya ha sido denunciado por ambientalistas de las colonias que hay en ese bosque que sólo en el mes de marzo han habido 9 incendios y que han visto a personas con gasolina y cerillos ir a provocarlos. Los incendios aumentaron después de que el ayuntamiento de la Ciudad de Puebla incrementó la densidad en la zona a 200 viviendas por hectárea.

Junto a la zona de la Calera, en la zona conocida como “Flor del Bosque”, en febrero hubo otro gran incendio. Poco más de un año antes el Colectivo “Defensores del último pulmón de Puebla”advertía de la voracidad inmobiliaria que amenaza esa zona forestal, que junto con la zona de la Calera es uno de los últimos reductos de la ciudad en donde se conserva la biodiversidad nativa y que lo están reduciendo cada vez más.

No es nueva la estrategia, se ha practicado ya en otras partes de México y del mundo, la provocación de incendios para acabar con el ecosistema y forzar el cambio de uso de suelo. Esto no sólo está pasando abiertamente, sino por lo menos bajo la omisión (dando el beneficio de la duda) de las autoridades. Siguiendo esa misma geografía hacia el norte, en la zona de la Malinche, la colectiva Artemali Ocoxal trabaja arduamente para defender el bosque que está siendo atacado. A decir de ellas lo que están viviendo “es una tala disfrazada de saneamiento”. Desde febrero han denunciado que los talamontes operan con el respaldo del presidente municipal de Tepatlaxco de Hidalgo y de la regidora de ecología.

Además La Brigada Coyote 13 que participó en los trabajos para sofocar el gigantesco incendio en ese municipio aseguraron que “fue provocado… alguien pasó y le fue quemando una línea completa”. En todos esos territorios hay elementos comunes: proyectos de ordenamiento del territorio que
realmente pretenden despojo, intereses de inmobiliarias, proyectos comerciales, planes de gobierno, deforestación a manos de empresas legales e ilegales.

En el Plan de Ordenamiento Metropolitano Puebla-Tlaxcala se afirma que el uso de suelo agrícola en la región Puebla-Tlaxcala es el que más superficie cubre con un total de 98,579.36 hectáreas, que representan 41.08% del total de la zona de estudio. El POM al mismo tiempo que habla de la Calera y Flor del Bosque como pulmones de la Ciudad de Puebla, también menciona el Derecho a la Ciudad y repetidamente hace alusión al uso de suelo agrícola como una “oportunidad”.

¿Será que el Derecho a la ciudad tiene que ir por encima del Derecho de los Pueblos, del monte, de la naturaleza? ¿Las oportunidades inmobiliarias son más importantes que la oportunidad de respirar aire limpio o tener suficiente agua? ¿Qué es lo que hay de fondo con los planes de ordenamiento ysaneamiento? ¿Realmente todos son casos aislados provocados por fumadores irresponsables, o por quema de basura? ¿Nuevamente se le culpará de todo a los agricultores y a sus prácticas de preparación de terrenos mientras las inmobiliarias ni siquiera son investigadas?

Como es sabido la deforestación y los incendios van de la mano ¿Por qué damos importancia a esto? Porque sabemos tan solo por ver lo que ha pasado con los incendios en otras latitudes que un incendio de estos puede provocar un megaincendio que puede crecer abruptamente por la sequía y el calor
extremo que ha ido en aumento y arrasar con bosques comunidades y colonias. Porque lo que está pasando es un ecocidio, acaban los ecosistemas, con la vida de animales, plantas, monte y desde luego pueden acabar con las personas, lentamente por enfermedad o inmediatamente por los mismos
incendios.

Lo que es relevante aquí es que ya hay datos que apuntan a los posibles perpetradores de este ecocidio, es necesario investigarlos, nombrarlos, señalarlos y pararlos, por lo que: Desde el NODHO proponemos a quienes vean un incendio o tengan algo que denunciar o decir sobre
ellos usar el #DesmonteCriminal para colectivamente vigilar y denunciar estos actos y para dar con las empresas y actores
gubernamentales que puedan estar detrás de ellos.

La velocidad a la que va la crisis climática, que de fondo es una crisis socioambiental provocada por un sistema cada vez más basado en la mercantilización de la vida y en la muerte de todo, incluida la naturaleza como negocio, nos lleva cada vez más a presenciar muy de cerca las catástrofes que trae consigo: incendios, sequía, muy mala calidad del aire, contaminación en monte, aire y agua. Es una crisis socioambiental que en cada vez más territorios y con la acción y la complicidad de empresas y gobiernos se está convirtiendo en un ecogenocidio.

No es saneamiento, es devastación
No es ordenamiento, es despojo
No es sequía es saqueo
No es incendio, es desmonte

Nodo de Derechos Humanos
www.nodho.net

Mientras la ONU conmemora el día internacional de los bosques, en Puebla están en llamas. Llevamos muy poco transcurrido de éste 2024 y en Puebla el ecocidio es cada vez más evidente, porque no podemos ver los efectos sin ver las causas, así como dicen los pueblos que defienden el agua no es sequía es saqueo, no es incendio es desmonte, es quemar para cambiar el uso de suelo, talar para adueñarse del monte, destruir y vaciar para despojar y lucrar. En Puebla éste año hemos presenciado por lo menos 25 incendios forestales.

En la zona conocida como “la Calera”, al oriente de la Ciudad de Puebla, ya ha sido denunciado por ambientalistas de las colonias que hay en ese bosque que sólo en el mes de marzo han habido 9 incendios y que han visto a personas con gasolina y cerillos ir a provocarlos. Los incendios aumentaron después de que el ayuntamiento de la Ciudad de Puebla incrementó la densidad en la zona a 200 viviendas por hectárea.

Junto a la zona de la Calera, en la zona conocida como “Flor del Bosque”, en febrero hubo otro gran incendio. Poco más de un año antes el Colectivo “Defensores del último pulmón de Puebla”advertía de la voracidad inmobiliaria que amenaza esa zona forestal, que junto con la zona de la Calera es uno de los últimos reductos de la ciudad en donde se conserva la biodiversidad nativa y que lo están reduciendo cada vez más.

No es nueva la estrategia, se ha practicado ya en otras partes de México y del mundo, la provocación de incendios para acabar con el ecosistema y forzar el cambio de uso de suelo. Esto no sólo está pasando abiertamente, sino por lo menos bajo la omisión (dando el beneficio de la duda) de las autoridades.

Siguiendo esa misma geografía hacia el norte, en la zona de la Malinche, la colectiva Artemali Ocoxal trabaja arduamente para defender el bosque que está siendo atacado. A decir de ellas lo que están viviendo “es una tala disfrazada de saneamiento”. Desde febrero han denunciado que los talamontes operan con el respaldo del presidente municipal de Tepatlaxco de Hidalgo y de la regidora de ecología. Además La Brigada Coyote 13 que participó en los trabajos para sofocar el gigantesco incendio en ese municipio aseguraron que “fue provocado… alguien pasó y le fue quemando una línea completa”.

En todos esos territorios hay elementos comunes: proyectos de ordenamiento del territorio que realmente pretenden despojo, intereses de inmobiliarias, proyectos comerciales, planes de gobierno, deforestación a manos de empresas legales e ilegales.

En el Plan de Ordenamiento Metropolitano Puebla-Tlaxcala se afirma que el uso de suelo agrícola en la región Puebla-Tlaxcala es el que más superficie cubre con un total de 98,579.36 hectáreas, que representan 41.08% del total de la zona de estudio. El POM al mismo tiempo que habla de la Calera y Flor del Bosque como pulmones de la Ciudad de Puebla, también menciona el Derecho a la Ciudad y repetidamente hace alusión al uso de suelo agrícola como una “oportunidad”.

¿Será que el Derecho a la ciudad tiene que ir por encima del Derecho de los Pueblos, del monte, de la naturaleza? ¿Las oportunidades inmobiliarias son más importantes que la oportunidad de respirar aire limpio o tener suficiente agua? ¿Qué es lo que hay de fondo con los planes de ordenamiento y saneamiento? ¿Realmente todos son casos aislados provocados por fumadores irresponsables, o por quema de basura? ¿Nuevamente se le culpará de todo a los agricultores y a sus prácticas de preparación de terrenos mientras las inmobiliarias ni siquiera son investigadas?

Como es sabido la deforestación y los incendios van de la mano ¿Por qué damos importancia a esto? Porque sabemos tan solo por ver lo que ha pasado con los incendios en otras latitudes que un incendio de estos puede provocar un megaincendio que puede crecer abruptamente por la sequía y el calor extremo que ha ido en aumento y arrasar con bosques comunidades y colonias. Porque lo que está pasando es un ecocidio, acaban los ecosistemas, con la vida de animales, plantas, monte y desde luego pueden acabar con las personas, lentamente por enfermedad o inmediatamente por los mismos incendios.

Lo que es relevante aquí es que ya hay datos que apuntan a los posibles perpetradores de este ecocidio, es necesario investigarlos, nombrarlos, señalarlos y pararlos, por lo que:

Desde el NODHO proponemos a quienes vean un incendio o tengan algo que denunciar o decir sobre ellos usar el

#DesmonteCriminal

para colectivamente vigilar y denunciar estos actos y para dar con las empresas y actores gubernamentales que puedan estar detrás de ellos.

La velocidad a la que va la crisis climática, que de fondo es una crisis socioambiental provocada por un sistema cada vez más basado en la mercantilización de la vida y en la muerte de todo, incluida la naturaleza como negocio, nos lleva cada vez más a presenciar muy de cerca las catástrofes que trae consigo: incendios, sequía, muy mala calidad del aire, contaminación en monte, aire y agua. Es una crisis socioambiental que en cada vez más territorios y con la acción y la complicidad de empresas y gobiernos se está convirtiendo en un ecogenocidio.

No es saneamiento, es devastación

No es ordenamiento, es despojo

No es sequía es saqueo

No es incendio, es desmonte

Nodo de Derechos Humanos

www.nodho.net

El día de hoy el ecocidio adquirió una nueva prenda para disfrazar el saqueo y se llama “Comité de Ordenamiento Ecológico de la Región de la Subcuenca del Alto Atoyac, Puebla y Tlaxcala”. No es un afán de no querer darles el beneficio de la duda, el problema es que de duda hay poco. Por lo menos en Puebla, cada vez que las palabras “ordenamiento” y “ecológico” aparecen juntas en un asunto gubernamental se convierten en un banderazo para la mercantilización de la naturaleza, basta recordar la Reserva Ecológica Atlixcayotl donde ahora en lugar de árboles hay coches y en lugar de tierras de cultivo hay supermercados, escuelas privadas y fraccionamientos exclusivos. Es
decir, que los planes gubernamentales “ecológicos” no sólo no cumplen su presunto propósito, sino que además se convierten en un mecanismo de saqueo de recursos y desplazamiento de poblaciones.

Esa suspicacia se alimenta en éste caso específico, hay que agregar, por dos elementos importantes. El primero es que en un acto de hipocresía y en un intento de burda legitimación convocan a integrar ese nuevo organismo al movimiento de Pueblos Unidos de la Región Cholulteca y de los Volcanes, integrantes del Congreso Nacional Indígena, a quienes no sólo no han escuchado, sino que han reprimido ambos gobernadores de la actual administración poblana y y por el gobierno federal de López Obrador. No es sorpresa que el movimiento de Pueblos Unidos rechazara públicamente la invitación a estar en ese Comité, pues es en realidad una invitación a legitimar el saqueo, el despojo y el deplazamiento de sus propias comunidades.

El segundo es que hace poco más de un año el gobierno poblano y el tlaxcalteca hacían una consulta a modo del entonces anteproyecto para el “Plan Metropolitano Puebla Tlaxcala” que pretendía el “Desarrollo de un Sistema Urbano-Rural policéntrico con ciudades y localidades
interrelacionadas.”, que dicho de otra manera pretendía urbanizar las zonas rurales y usarlas como reservas de recursos saqueables. Además, incluía un “Sistema Metropolitano del Agua” hablaba de sustituir pozos artesanales por agua tratada y una nueva “gestión del agua” que abre la puerta a privatizaciones, a la sobre explotación de acuíferos y a la criminalización de las formas de gestión del agua de los pueblos de la región.

Tomando solo los puntos que más saltan a la vista del proyecto se puede ver que la palabra reordenamiento y ecológico realmente implicarán despojo y seguirán apostando a la política de saqueo y ecocidio que otros gobiernos y éste se han empeñado en ejecutar a pesar de que el planeta está atravesando un colapso climático de graves dimensiones.

El planteamiento del Comité, el discurso de la secretaria Albores y lo que aparece planteado en los sitios web de los gobiernos de Puebla y Tlaxcala están plagados de lugares comunes que usan los gobernantes para esconder planes devastadores, como que “se promoverá la formulación de programas para el uso adecuado del territorio y en el que participarán la academia, organizaciones sociales y empresariado” o que “los tres niveles de gobierno cumplen con la obligación de proteger las reservas territoriales”. No plantea la consulta a los pueblos y comunidades que se verán afectadas, esconde bajo un lenguaje eufemístico y presuntamente democrático las prácticas caciquiles que en todos esos municipios han permitido la instalación de empresas que están generando un ecocidio sistemático.Tras el planteamiento del impulsar el aprovechamiento de esas zonas y generar “beneficios económicos para las familias” se anuncia nuevamente ese proceso de guerra neoliberal ahora bautizada como progresismo, el de destrucción-despoblamiento y reconstrucción-reordenamiento para generar nuevos negocios.

Externamos nuestra preocupación por lo que venga después de la instalación de éste Comité, consideramos que quiénes realmente deben de opinar sobre el uso del territorio son los pueblos que históricamente han defendido la tierra, el monte y el agua. Que un proceso de verdadera defensa, cuidado y restauración del medioambiente no vendrá desde arriba, menos desde el doble discurso y la transformación que no ha hecho más que reforzar y no desmantelar las prácticas criminales de Estado y corporaciones.

Nodo de Derechos Humanos (NODHO)

Hoy el Gobierno de la Ciudad de México decidió, en plena madrugada, intentar desalojar violentamente a la comunidad Otomí de la Casa de los Pueblos y Comunidades “Samir Flores”. Seguramente los titulares de ésta mañana estaban listos con frases como “recupera el edificio”, aderezados con palabras como “choque” o “enfrentamiento”, como se estila decir desde el poder cuando desde arriba se trata de aplastar a quienes desde abajo luchan por la dignidad. Pero la realidad es que la comunidad Otomí mostró que la digna rebeldía es capaz de resistir los cobardes madruguetes de quienes ven en el etnocidio una oportunidad para hacer de la ciudad un negocio o un botín electoral.

La soberbia, racismo e incapacidad de Martí Batres de ver el México que existe más allá de sus mezquinos proyectos le impide ver una verdad muy simple, nunca antes un edificio público había servido más a los pueblos indígenas de México que desde que el del INPI fue liberado por la comunidad Otomí. Lanzó éste operativo porque en su lógica el Estado es un patrimonio y el edificio del antes Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas es de los funcionarios y burócratas en turno, no de los pueblos indígenas.

Para quienes gobiernan arriba lo indígena sólo les interesa cuando puede mercantilizarse como folcklore en los teatros y museos, como artesanía en las boutiques para turistas o como un conjunto de símbolos que usan con oportunismo e hipocresía cuando los tiempos electorales lo requieren, sea haciéndose pasar por Otomíes como Xochitl Gálvez o con escenas manipuladoras como la de López Obrador entregando un bastón de mando a Claudia Sheinbaum.

Visto desde arriba, el edificio debería ser el INPI para poder repartir limosnas a los pueblos que se busca desaparecer con megaproyectos extractivos. Para quienes luchan desde abajo ese edificio ha sido un centro de diálogo entre pueblos, de fortalecimiento de sus identidades políticas, de organización de la defensa de sus territorios y de los ecosistemas que habitan y protegen.

El intento de desalojo usando al presuntamente desaparecido cuerpo de granaderos de la policía de la Ciudad de México y el paso de unos motociclistas disparando son un aviso, como muchos otros que han precedido a tragedias y crímenes de Estado. Arriba se avecina una pelea sucia y mentirosa llamada proceso electoral en donde las élites se disputarán quien va a administrar y monetarizar el infierno, una pelea que se seguirá pagando abajo con dolor y sangre.

Arriba tienen prisa por eliminar a todo aquello que no les sirve para controlar votos y ganar elecciones, sean comunidades Zapatistas en Chiapas o edificios ocupados en la Ciudad de México. Abajo, en todo el mundo, los ojos de gente honesta y digna están mirando directamente a la Casa de los Pueblos y Comunidades “Samir Flores”, vigilando que ese edificio pueda seguir sirviendo para y a quienes debe servir.

Nodo de Derechos Humanos (NODHO)