Mientras la ONU conmemora el día internacional de los bosques, en Puebla están en llamas. Llevamos muy poco transcurrido de éste 2024 y en Puebla el ecocidio es cada vez más evidente, porque no podemos ver los efectos sin ver las causas, así como dicen los pueblos que defienden el agua no es
sequía es saqueo, no es incendio es desmonte, es quemar para cambiar el uso de suelo, talar para adueñarse del monte, destruir y vaciar para despojar y lucrar. En Puebla éste año hemos presenciado por lo menos 25 incendios forestales.

En la zona conocida como “la Calera”, al oriente de la Ciudad de Puebla, ya ha sido denunciado por ambientalistas de las colonias que hay en ese bosque que sólo en el mes de marzo han habido 9 incendios y que han visto a personas con gasolina y cerillos ir a provocarlos. Los incendios aumentaron después de que el ayuntamiento de la Ciudad de Puebla incrementó la densidad en la zona a 200 viviendas por hectárea.

Junto a la zona de la Calera, en la zona conocida como “Flor del Bosque”, en febrero hubo otro gran incendio. Poco más de un año antes el Colectivo “Defensores del último pulmón de Puebla”advertía de la voracidad inmobiliaria que amenaza esa zona forestal, que junto con la zona de la Calera es uno de los últimos reductos de la ciudad en donde se conserva la biodiversidad nativa y que lo están reduciendo cada vez más.

No es nueva la estrategia, se ha practicado ya en otras partes de México y del mundo, la provocación de incendios para acabar con el ecosistema y forzar el cambio de uso de suelo. Esto no sólo está pasando abiertamente, sino por lo menos bajo la omisión (dando el beneficio de la duda) de las autoridades. Siguiendo esa misma geografía hacia el norte, en la zona de la Malinche, la colectiva Artemali Ocoxal trabaja arduamente para defender el bosque que está siendo atacado. A decir de ellas lo que están viviendo “es una tala disfrazada de saneamiento”. Desde febrero han denunciado que los talamontes operan con el respaldo del presidente municipal de Tepatlaxco de Hidalgo y de la regidora de ecología.

Además La Brigada Coyote 13 que participó en los trabajos para sofocar el gigantesco incendio en ese municipio aseguraron que “fue provocado… alguien pasó y le fue quemando una línea completa”. En todos esos territorios hay elementos comunes: proyectos de ordenamiento del territorio que
realmente pretenden despojo, intereses de inmobiliarias, proyectos comerciales, planes de gobierno, deforestación a manos de empresas legales e ilegales.

En el Plan de Ordenamiento Metropolitano Puebla-Tlaxcala se afirma que el uso de suelo agrícola en la región Puebla-Tlaxcala es el que más superficie cubre con un total de 98,579.36 hectáreas, que representan 41.08% del total de la zona de estudio. El POM al mismo tiempo que habla de la Calera y Flor del Bosque como pulmones de la Ciudad de Puebla, también menciona el Derecho a la Ciudad y repetidamente hace alusión al uso de suelo agrícola como una “oportunidad”.

¿Será que el Derecho a la ciudad tiene que ir por encima del Derecho de los Pueblos, del monte, de la naturaleza? ¿Las oportunidades inmobiliarias son más importantes que la oportunidad de respirar aire limpio o tener suficiente agua? ¿Qué es lo que hay de fondo con los planes de ordenamiento ysaneamiento? ¿Realmente todos son casos aislados provocados por fumadores irresponsables, o por quema de basura? ¿Nuevamente se le culpará de todo a los agricultores y a sus prácticas de preparación de terrenos mientras las inmobiliarias ni siquiera son investigadas?

Como es sabido la deforestación y los incendios van de la mano ¿Por qué damos importancia a esto? Porque sabemos tan solo por ver lo que ha pasado con los incendios en otras latitudes que un incendio de estos puede provocar un megaincendio que puede crecer abruptamente por la sequía y el calor
extremo que ha ido en aumento y arrasar con bosques comunidades y colonias. Porque lo que está pasando es un ecocidio, acaban los ecosistemas, con la vida de animales, plantas, monte y desde luego pueden acabar con las personas, lentamente por enfermedad o inmediatamente por los mismos
incendios.

Lo que es relevante aquí es que ya hay datos que apuntan a los posibles perpetradores de este ecocidio, es necesario investigarlos, nombrarlos, señalarlos y pararlos, por lo que: Desde el NODHO proponemos a quienes vean un incendio o tengan algo que denunciar o decir sobre
ellos usar el #DesmonteCriminal para colectivamente vigilar y denunciar estos actos y para dar con las empresas y actores
gubernamentales que puedan estar detrás de ellos.

La velocidad a la que va la crisis climática, que de fondo es una crisis socioambiental provocada por un sistema cada vez más basado en la mercantilización de la vida y en la muerte de todo, incluida la naturaleza como negocio, nos lleva cada vez más a presenciar muy de cerca las catástrofes que trae consigo: incendios, sequía, muy mala calidad del aire, contaminación en monte, aire y agua. Es una crisis socioambiental que en cada vez más territorios y con la acción y la complicidad de empresas y gobiernos se está convirtiendo en un ecogenocidio.

No es saneamiento, es devastación
No es ordenamiento, es despojo
No es sequía es saqueo
No es incendio, es desmonte

Nodo de Derechos Humanos
www.nodho.net

Mientras la ONU conmemora el día internacional de los bosques, en Puebla están en llamas. Llevamos muy poco transcurrido de éste 2024 y en Puebla el ecocidio es cada vez más evidente, porque no podemos ver los efectos sin ver las causas, así como dicen los pueblos que defienden el agua no es sequía es saqueo, no es incendio es desmonte, es quemar para cambiar el uso de suelo, talar para adueñarse del monte, destruir y vaciar para despojar y lucrar. En Puebla éste año hemos presenciado por lo menos 25 incendios forestales.

En la zona conocida como “la Calera”, al oriente de la Ciudad de Puebla, ya ha sido denunciado por ambientalistas de las colonias que hay en ese bosque que sólo en el mes de marzo han habido 9 incendios y que han visto a personas con gasolina y cerillos ir a provocarlos. Los incendios aumentaron después de que el ayuntamiento de la Ciudad de Puebla incrementó la densidad en la zona a 200 viviendas por hectárea.

Junto a la zona de la Calera, en la zona conocida como “Flor del Bosque”, en febrero hubo otro gran incendio. Poco más de un año antes el Colectivo “Defensores del último pulmón de Puebla”advertía de la voracidad inmobiliaria que amenaza esa zona forestal, que junto con la zona de la Calera es uno de los últimos reductos de la ciudad en donde se conserva la biodiversidad nativa y que lo están reduciendo cada vez más.

No es nueva la estrategia, se ha practicado ya en otras partes de México y del mundo, la provocación de incendios para acabar con el ecosistema y forzar el cambio de uso de suelo. Esto no sólo está pasando abiertamente, sino por lo menos bajo la omisión (dando el beneficio de la duda) de las autoridades.

Siguiendo esa misma geografía hacia el norte, en la zona de la Malinche, la colectiva Artemali Ocoxal trabaja arduamente para defender el bosque que está siendo atacado. A decir de ellas lo que están viviendo “es una tala disfrazada de saneamiento”. Desde febrero han denunciado que los talamontes operan con el respaldo del presidente municipal de Tepatlaxco de Hidalgo y de la regidora de ecología. Además La Brigada Coyote 13 que participó en los trabajos para sofocar el gigantesco incendio en ese municipio aseguraron que “fue provocado… alguien pasó y le fue quemando una línea completa”.

En todos esos territorios hay elementos comunes: proyectos de ordenamiento del territorio que realmente pretenden despojo, intereses de inmobiliarias, proyectos comerciales, planes de gobierno, deforestación a manos de empresas legales e ilegales.

En el Plan de Ordenamiento Metropolitano Puebla-Tlaxcala se afirma que el uso de suelo agrícola en la región Puebla-Tlaxcala es el que más superficie cubre con un total de 98,579.36 hectáreas, que representan 41.08% del total de la zona de estudio. El POM al mismo tiempo que habla de la Calera y Flor del Bosque como pulmones de la Ciudad de Puebla, también menciona el Derecho a la Ciudad y repetidamente hace alusión al uso de suelo agrícola como una “oportunidad”.

¿Será que el Derecho a la ciudad tiene que ir por encima del Derecho de los Pueblos, del monte, de la naturaleza? ¿Las oportunidades inmobiliarias son más importantes que la oportunidad de respirar aire limpio o tener suficiente agua? ¿Qué es lo que hay de fondo con los planes de ordenamiento y saneamiento? ¿Realmente todos son casos aislados provocados por fumadores irresponsables, o por quema de basura? ¿Nuevamente se le culpará de todo a los agricultores y a sus prácticas de preparación de terrenos mientras las inmobiliarias ni siquiera son investigadas?

Como es sabido la deforestación y los incendios van de la mano ¿Por qué damos importancia a esto? Porque sabemos tan solo por ver lo que ha pasado con los incendios en otras latitudes que un incendio de estos puede provocar un megaincendio que puede crecer abruptamente por la sequía y el calor extremo que ha ido en aumento y arrasar con bosques comunidades y colonias. Porque lo que está pasando es un ecocidio, acaban los ecosistemas, con la vida de animales, plantas, monte y desde luego pueden acabar con las personas, lentamente por enfermedad o inmediatamente por los mismos incendios.

Lo que es relevante aquí es que ya hay datos que apuntan a los posibles perpetradores de este ecocidio, es necesario investigarlos, nombrarlos, señalarlos y pararlos, por lo que:

Desde el NODHO proponemos a quienes vean un incendio o tengan algo que denunciar o decir sobre ellos usar el

#DesmonteCriminal

para colectivamente vigilar y denunciar estos actos y para dar con las empresas y actores gubernamentales que puedan estar detrás de ellos.

La velocidad a la que va la crisis climática, que de fondo es una crisis socioambiental provocada por un sistema cada vez más basado en la mercantilización de la vida y en la muerte de todo, incluida la naturaleza como negocio, nos lleva cada vez más a presenciar muy de cerca las catástrofes que trae consigo: incendios, sequía, muy mala calidad del aire, contaminación en monte, aire y agua. Es una crisis socioambiental que en cada vez más territorios y con la acción y la complicidad de empresas y gobiernos se está convirtiendo en un ecogenocidio.

No es saneamiento, es devastación

No es ordenamiento, es despojo

No es sequía es saqueo

No es incendio, es desmonte

Nodo de Derechos Humanos

www.nodho.net